No es que la mediocridad esté al alza, sino que se extiende. Como el barro de una inundación. Nos habéis narcotizado en un sucedáneo de democracia a los simples de espíritu: a los que no arriesgamos, a los que nos da igual el inmovilismo, a los que comulgamos con ruedas de molino para mantener nuestro estatus en este estrato de rapiña en que nos permiten morar lobos y panteras. Basta con conocer a alguien, con saber de Fulanito o de Menganita para que podamos seguir medrando en esta farsa.
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etiquetas: mediocridad , crecimiento empresarial , gobierno de los mediocres
Algunos han llegado a presidentes...
Es como medir el c.i. y no tener en cuenta la inteligencia emocional u otras.
¿Seguro que estamos todos de acuerdo en cuales son los meritos que valen?¿funcionan?¿Para qué?
Y me recuerda a esto del artículo de nokia
www.meneame.net/c/17785550
Uno hace favores y come mierda cual vasallo con la esperanza de que su señor lo elija a él algún día...
Patético, en efecto.
Siempre me hace mucha gracia que la teoría neoliberal del trabajo haga como que las relaciones humanas no importan, cuando son la base de todo el abuso de poder. Ellos lo sitúan en la libertad y en las leyes: "Si no te gusta cómo te tratan, cambia de trabajo". Pero las cosas tienen más que ver con las esperanzas y con el miedo que con la (penosa) opción de andar cambiando de trabajo como un loco para que no abusen de ti.
Es que en esta sociedad para no ser un don nadie parece que hay que molestar. Si no molestas, no existes, al menod en algunos ambitos.