En los últimos años hemos asistido a la promoción de la cerveza como un producto sanísimo “sin más” dirigido a la población general (a partir de patéticas tergiversaciones al respecto de su composición) viéndola pasar también como un alimento idóneo en la práctica deportiva subiéndola al carro de la moda runner. Recomendarla tanto en la lactancia como durante la gestación (sin alcohol, faltaría más); auparla hasta la dieta mediterránea y ahora… esto es lo último, recomendarla como un producto “idóneo” tras los excesos navideños.

Los hombres de todo el país culpan a la cerveza por sus grandes barrigas, pero un tarro de cerveza al día no va a hacer que aumentes de peso - y podría incluso proteger tu corazón y huesos, de acuerdo con varios estudios. Una nueva "investigación" reúne información reciente sobre el consumo de cerveza. Y los expertos dicen que no hay pruebas científicas concluyentes para apoyar la creencia de que la cerveza provoca aumento de peso.