¿Es deshacer la propia acción humana la solución para algunos problemas medioambientales? De hecho, una vez realizadas, ¿son nuestras intervenciones 100% reversibles? El documental Urak aske («aguas libres» en euskera), dirigido por Bego Zubia Gallastegui y ofrecido estos días en el Another Way Film Festival, ofrece respuestas a estas cuestiones a través de dos casos concretos, uno en Normandía y otro en Navarra.