La lesión por rayo, como lo llamamos en medicina, es una descarga de una corriente eléctrica atmosférica en el contexto de una tormenta. Sus características son su rapidez, puesto que solo dura unos milisegundos, su potencia, de hasta 10 millones de voltios, y una temperatura muy alta, hasta 8.000 °C. Y estas características explican lo que encontramos en las personas a las que les alcanza.