Así lo ha anunciado el CSIC en un comunicado en el que ha detallado que, con instalaciones en España --dos estaciones--, Nueva Zelanda, China, México, Sudáfrica y Chile, constituye «la red más completa de su clase y un recurso único y totalmente automatizado para combinar datos de instrumentos de todo el mundo, vigilar el cielo apoyar las observaciones de misiones y satélites».