Una de las principales causas por las que muchos cánceres pueden resultar tan difíciles de tratar es porque muchas células tumorales se protegen químicamente ante el sistema inmune, usando una una sustancia llamada adenosina que lo desactiva y estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos que proporcionan oxígeno y nutrientes al tumor. Igualmente, hace posible que las células malignas migren a otros órganos y se produzca metástasis. El medicamento ceritinib anula la protección química de los tumores frente al sistema inmune.