Que el mundo se uniese en 1989 para que se dejaran de fabricar los clorofluorocarburos (CFC) marcó una época en la política medioambiental global y prefigura los acuerdos ahora necesarios para limitar de forma decisiva las emisiones de CO2.
Un grupo de científicos ha analizado por medio de un modelo esta situación hipotética: ¿qué habría pasado si las naciones no se hubiesen puesto de acuerdo en eliminar los CFC, si hubiera seguido produciéndolos sin parar? Muestran que el Protocolo de Montreal ha puesto a salvo al mundo de un calentamiento ad