Enterrado en el suelo congelado a través del Ártico, miles de millones de toneladas de carbono yacen atrapadas en el suelo. Sólo unos pocos grados de calentamiento podrían liberarlo en la atmósfera. Al menos, eso es lo que el pasado sugeriría. Según un nuevo estudio, ya ha ocurrido antes. La investigación, publicada en la revista Science Advances, mira 27.000 años hacia atrás en la historia del Ártico. En al menos tres ocasiones, según el estudio, los períodos de rápido cambio climático causaron que enormes franjas de permafrost.