Te observan, aunque no lo sepas. Y lo peor es que lo llevan haciendo durante décadas. Son las gaviotas, y, por ejemplo, en la ciudad costera de Bristol, son las mejores acechadoras de los humanos. Es una de las ciudades más infestadas de estos animales del Reino Unido, y ellas, inteligentemente, han descubierto en qué momento las escuelas locales tienen sus descansos para establecer sus propios horarios de comida.