(...) Unos científicos dicen que llevan décadas viendo que los estadounidenses de origen hispano, los que hablan español, tienen una salud cardiovascular mejor que los de origen anglosajón, los que hablan inglés. Tienen un corazón más sano a pesar de encontrarse con otros factores en contra, como padecer más obesidad y diabetes, sufrir más discriminación y recibir salarios más bajos