El informe de ingeniería, realizado tras las dos roturas de cables del radiotelescopio de Arecibo, ha concluido que no es posible realizar las reparaciones necesarias sin poner en peligro al personal implicado. Por ello el U.S. National Science Foundation ha tomado la decisión de demoler las partes afectadas de las instalaciones, tras 57 años de funcionamiento del radiotelescopio de 305 metros. Se intentarán mantener la mayor parte de elementos posibles, para futuros usos científicos y educativos.