La agencia reconoce también que en estas condiciones el lanzamiento del rover Rosalind Franklin hacia Marte en la ventana de septiembre es prácticamente imposible. Y, de nuevo como decíamos en su momento, en este caso no se trata sólo de buscar otro lanzador, lo que sería razonablemente sencillo: es que Kazachock, la plataforma de aterrizaje del rover, la ha fabricado Roscosmos y en la situación actual está claro que no la va a dejar usar. Y esto puede representar el fin de la misión.