Hollis descubrió que no sólo había contraído la covid-19, sino que su cuerpo tenía superanticuerpos que le hacían permanentemente inmune a la enfermedad, es decir, que los virus entraban en su cuerpo, pero no lograban infectar sus células.
"Esta ha sido una de las experiencias más surrealistas de mi vida", reconoce Hollis. Son tan potentes que Hollis es inmune incluso a las nuevas variantes del coronavirus.
"Podrías diluir sus anticuerpos al uno por mil y seguirían matando el 99% del virus", asevera Liotta de la Universidad George Mason.