Las formas de intimidar a un científico no son tan diferentes de las que suelen darse en otros trabajos. La ciencia es una actividad social y tiene nuestros fallos. Sin embargo, creo que en el ambiente científico puede haber situaciones más sutiles de acoso, incluso imperceptibles a los ojos de alguien que no trabaja en este campo. Se mezclan también varias situaciones desfavorables como la indefensión laboral y la dependencia, la ley del silencio de las Universidades, el tráfico de influencias, el «respeto» académico…