Un grupo de investigadores de universidades danesas y suecas ha descubierto que las enzimas presentes en una bacteria intestinal, ‘Akkermansia muciniphila’, son capaces de convertir los glóbulos rojos de los grupos sanguíneos A y B en los de cero negativo (0-), universalmente compatible, lo que facilitaría la disponibilidad de sangre para las transfusiones. La concordancia de los grupos sanguíneos de los glóbulos rojos del donante y del receptor es fundamental para evitar reacciones hemolíticas potencialmente mortales.