En mayo de 2020, se encontraron unas rocas inusuales que contenían unos peculiares cristales verdosos en el mar de arena de Erg Chech, una región llena de dunas del desierto del Sáhara, en el sur de Argelia. Al examinarlas de cerca, las rocas resultaron proceder del espacio exterior: trozos de escombros de miles de millones de años de antigüedad, restos de los albores del Sistema Solar.