La belleza del lago Bacalar, según Claudio del Valle, va más allá de sus siete brillantes tonos de azul, que van desde el turquesa resplandeciente hasta el cobalto profundo. En realidad, lo asombroso está a 100 metros de profundidad, en el fondo del lago donde hay piedra caliza y se alberga la forma de vida más antigua que haya en todo el planeta.