Un virus podría ser la solución, y no la causa, de la próxima pandemia. El nuevo y microscópico aliado de la humanidad recibe el nombre de bacteriófago, alias “fago”. Y en ese sufijo de origen griego está la clave: este virus con aspecto de robot se “come” a las bacterias.
El objetivo de la comunidad científica ahora es ser capaz de dirigirlo y usarlo como “herramienta biomédica” frente a la resistencia de las bacterias a los antibióticos.