Con 13 años le diagnosticaron en agosto un tumor cerebral "muy grande y con metástasis en la médula espinal". Meritxell, su madre, comenta con emoción que su hijo "llegó en silla de ruedas y, ahora puede bajar las escaleras corriendo", tras recibir tratamiento con la terapia de protones en la Clínica Universitaria de Navarra (CUN), la opción que más protege de efectos adversos los tejidos sanos que rodean al tumor.