Debido a que reconocemos nuestros hábitos como comportamientos útiles o perjudiciales, a menudo nos esforzamos por moldearlos en consecuencia.
No hay escasez de aplicaciones diseñadas para ayudarlo a formar un hábito, y muchas de ellas se basan en la suposición de que todo lo que necesita son 21 días.
Este número proviene de un libro ampliamente popular de 1960 llamado Psycho-Cybernetics por Maxwell Maltz, un cirujano plástico que notó que sus pacientes parecían tardar unos 21 días en acostumbrarse a sus nuevas caras.