La música sirve para recordarnos quiénes somos. Es parte de la identidad de cada uno y su armonía moldea nuestro día a día. Nos hemos acostumbrado a vivir del brazo de Spotify, Apple Music o Bandcamp, con una perpetua banda sonora: da igual que salgamos a correr, nos duchemos, teletrabajamos, nos tomemos una cerveza o nos vayamos a la cama. Ahí está. Siempre. Sonando. Y aunque cada canción nos diga algo diferente a cada uno (habrá quien llore con 'Hallelujah' de Leornard Cohen y quien se emocione con Alicia Keys), su estructura, ritmo y...