Tal día como hoy, hace ya 167 años, fallecía Edgar Allan Poe, uno de los maestros universales del relato corto de terror. Su muerte, sin embargo, continúa siendo un gran misterio hoy en día
#9 Hace de esto ya muchos, muchos años,
cuando en un reino junto al mar viví,
vivía allí una virgen que os evoco
por el nombre de Annabel Lee;
y era su único sueño verse siempre
por mí adorada y adorarme a mí.
Niños éramos ambos, en el reino
junto al mar; nos quisimos allí
con amor que era amor de los amores,
yo con mi Annabel Lee;
con amor que los ángeles del cielo
envidiaban a ella cuanto a mí.
Y por eso, hace mucho, en aquel reino,
en el reino ante el mar, ¡triste de mí!,
desde una nube sopló un viento, helando
para siempre a mi hermosa Annabel Lee
Y parientes ilustres la llevaron
lejos, lejos de mí;
en el reino ante el mar se la llevaron
hasta una tumba a sepultarla allí.
¡Oh sí! -no tan felices los arcángeles-,
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí.
Y no más que por eso -todos, todos
en el reino, ante el mar, sábenlo así-,
sopló viento nocturno, de una nube,
robándome por siempre a Annabel Lee.
Mas, vence nuestro amor; vence al de muchos,
más grandes que ella fue, que nunca fui;
y ni próceres ángeles del cielo
ni demonios que el mar prospere en sí,
separarán jamás mi alma del alma
de la radiante Annabel Lee.
Pues la luna ascendente, dulcemente,
tráeme sueños de Annabel Lee;
como estrellas tranquilas las pupilas
me sonríen de Annabel Lee;
y reposo, en la noche embellecida,
con mi siempre querida, con mi vida;
con mi esposa radiante Annabel Lee
en la tumba, ante el mar, Annabel Lee.
“Pulgada a pulgada, línea a línea, con un descenso que era únicamente apreciable a intervalos que parecían siglos, el péndulo bajaba implacablemente”...
Lo de 167 años sin Poe no es que sea una efeméride especialmente relevante, pero cualquier excusa es buena para recordar a este maestro. Le dio una vuelta de tuerca a todo lo que se conocía hasta entonces en cuanto a literatura de terror.
es.curioso, para mi su novela más terrorífica es la única que no es de terror, la de Gordon Pym una aventurilla de barcos que va degenerando y mostrando el efecto desastroso que produce en Poe el delirium tremens alcohólico que tenía.
Hace de esto ya muchos, muchos años,
cuando en un reino junto al mar viví,
vivía allí una virgen que os evoco
por el nombre de Annabel Lee;
y era su único sueño verse siempre
por mí adorada y adorarme a mí.
Niños éramos ambos, en el reino
junto al mar; nos quisimos allí
con amor que era amor de los amores,
yo con mi Annabel Lee;
con amor que los ángeles del cielo
envidiaban a ella cuanto a mí.
Y por eso, hace mucho, en aquel reino,
en el reino ante el mar, ¡triste de mí!,
desde una nube sopló un viento, helando
para siempre a mi hermosa Annabel Lee
Y parientes ilustres la llevaron
lejos, lejos de mí;
en el reino ante el mar se la llevaron
hasta una tumba a sepultarla allí.
¡Oh sí! -no tan felices los arcángeles-,
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí.
Y no más que por eso -todos, todos
en el reino, ante el mar, sábenlo así-,
sopló viento nocturno, de una nube,
robándome por siempre a Annabel Lee.
Mas, vence nuestro amor; vence al de muchos,
más grandes que ella fue, que nunca fui;
y ni próceres ángeles del cielo
ni demonios que el mar prospere en sí,
separarán jamás mi alma del alma
de la radiante Annabel Lee.
Pues la luna ascendente, dulcemente,
tráeme sueños de Annabel Lee;
como estrellas tranquilas las pupilas
me sonríen de Annabel Lee;
y reposo, en la noche embellecida,
con mi siempre querida, con mi vida;
con mi esposa radiante Annabel Lee
en la tumba, ante el mar, Annabel Lee.
Comentario aparte, me uno a la loa por Poe. Un escritor increíble en su género. Algo tendrá para que atrape a generaciones distintas y siga haciéndolo en el siglo XXI.
#23 el mejor sitio para buscar, menéame... Si,todo un acierto.
Estos admin han visto lo desesperados que son los usuarios y están haciendo cambios, casas con housers y ahora esto.
#29 Las había, pero desde nuestra óptica actual, no te iban a generar las sensaciones que generaban en su época. Pero si vamos a lo que se considera la primera novela de terror, échale un ojo a "El Castillo de Otranto", de Horace Walpole. A partir de ahí John William Polidori, Matthew Lewis, Mary Shelley...
#2 "Sueño: esos pedacitos de muerte. Cómo los odio". Esa frase abrió Pesadilla en Elm Street 3; Guerreros del sueño, la primera cinta que vi entera de uno de mis héroes, Freddy Krueger (antes había visto imágenes, secuencias, trozos hurtados oculta en el pasillo, a escondidas de la autoridad paterna). Yo ya conocía a Poe y había devorado sus cuentos, y aquélla frase de apertura hizo que al momento, me sintiese a gusto viendo esa película.
#56 A ver si deberían ser puntos suspensivos. A mí se me asemeja mucho a una coma entre el sujeto y el predicado. Un error bastante común, pero en una situación muy poco apropiada.
Me fascina que en Menéame se junten todas las razas humanas, en términos de cultura. Hay quien tiene mucho tiempo, hay quien es adicto a leer (todo), hay quien quiere opinar de lo que sea, quien se cree informar, quien quiere indignarse con algún motivo para justificar su indignidad permanente. Hay quien sencillamente sintoniza con todo (y ojalá yo fuera de esos). Grande Poe.
Gracias a Poe, me inicié en la lectura hace muchos años descubrí una visión distinta de las letras que me permitió adentrarme en autores de otros géneros, nunca he sentido predilección por la poesia, pero "el cuervo" me sigue fascinando. Cualquier excusa es buena para que la gente conozca a un gran maestro.
#9
Por muy buen trabajo que se haga, nunca será igual:
It was many and many a year ago,
In a kingdom by the sea,
That a maiden there lived whom you may know
By the name of Annabel Lee;
And this maiden she lived with no other thought
Than to love and be loved by me.
I was a child and she was a child,
In this kingdom by the sea,
But we loved with a love that was more than love—
I and my Annabel Lee—
With a love that the wingèd seraphs of Heaven
Coveted her and me.
And this was the reason that, long ago,
In this kingdom by the sea,
A wind blew out of a cloud, chilling
My beautiful Annabel Lee;
So that her highborn kinsmen came
And bore her away from me,
To shut her up in a sepulchre
In this kingdom by the sea.
The angels, not half so happy in Heaven,
Went envying her and me—
Yes!—that was the reason (as all men know,
In this kingdom by the sea)
That the wind came out of the cloud by night,
Chilling and killing my Annabel Lee.
But our love it was stronger by far than the love
Of those who were older than we—
Of many far wiser than we—
And neither the angels in Heaven above
Nor the demons down under the sea
Can ever dissever my soul from the soul
Of the beautiful Annabel Lee;
For the moon never beams, without bringing me dreams
Of the beautiful Annabel Lee;
And the stars never rise, but I feel the bright eyes
Of the beautiful Annabel Lee;
And so, all the night-tide, I lie down by the side
Of my darling—my darling—my life and my bride,
In her sepulchre there by the sea—
In her tomb by the sounding sea.
cuando en un reino junto al mar viví,
vivía allí una virgen que os evoco
por el nombre de Annabel Lee;
y era su único sueño verse siempre
por mí adorada y adorarme a mí.
Niños éramos ambos, en el reino
junto al mar; nos quisimos allí
con amor que era amor de los amores,
yo con mi Annabel Lee;
con amor que los ángeles del cielo
envidiaban a ella cuanto a mí.
Y por eso, hace mucho, en aquel reino,
en el reino ante el mar, ¡triste de mí!,
desde una nube sopló un viento, helando
para siempre a mi hermosa Annabel Lee
Y parientes ilustres la llevaron
lejos, lejos de mí;
en el reino ante el mar se la llevaron
hasta una tumba a sepultarla allí.
¡Oh sí! -no tan felices los arcángeles-,
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí.
Y no más que por eso -todos, todos
en el reino, ante el mar, sábenlo así-,
sopló viento nocturno, de una nube,
robándome por siempre a Annabel Lee.
Mas, vence nuestro amor; vence al de muchos,
más grandes que ella fue, que nunca fui;
y ni próceres ángeles del cielo
ni demonios que el mar prospere en sí,
separarán jamás mi alma del alma
de la radiante Annabel Lee.
Pues la luna ascendente, dulcemente,
tráeme sueños de Annabel Lee;
como estrellas tranquilas las pupilas
me sonríen de Annabel Lee;
y reposo, en la noche embellecida,
con mi siempre querida, con mi vida;
con mi esposa radiante Annabel Lee
en la tumba, ante el mar, Annabel Lee.
cuando en un reino junto al mar viví,
vivía allí una virgen que os evoco
por el nombre de Annabel Lee;
y era su único sueño verse siempre
por mí adorada y adorarme a mí.
Niños éramos ambos, en el reino
junto al mar; nos quisimos allí
con amor que era amor de los amores,
yo con mi Annabel Lee;
con amor que los ángeles del cielo
envidiaban a ella cuanto a mí.
Y por eso, hace mucho, en aquel reino,
en el reino ante el mar, ¡triste de mí!,
desde una nube sopló un viento, helando
para siempre a mi hermosa Annabel Lee
Y parientes ilustres la llevaron
lejos, lejos de mí;
en el reino ante el mar se la llevaron
hasta una tumba a sepultarla allí.
¡Oh sí! -no tan felices los arcángeles-,
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí.
Y no más que por eso -todos, todos
en el reino, ante el mar, sábenlo así-,
sopló viento nocturno, de una nube,
robándome por siempre a Annabel Lee.
Mas, vence nuestro amor; vence al de muchos,
más grandes que ella fue, que nunca fui;
y ni próceres ángeles del cielo
ni demonios que el mar prospere en sí,
separarán jamás mi alma del alma
de la radiante Annabel Lee.
Pues la luna ascendente, dulcemente,
tráeme sueños de Annabel Lee;
como estrellas tranquilas las pupilas
me sonríen de Annabel Lee;
y reposo, en la noche embellecida,
con mi siempre querida, con mi vida;
con mi esposa radiante Annabel Lee
en la tumba, ante el mar, Annabel Lee.
esto si que es una novela de terror, la titularía "Los estragos de la lomce"
Cuando Oscar Wilde escribía algo de terror le daba mil vueltas a Poe.
Comentario aparte, me uno a la loa por Poe. Un escritor increíble en su género. Algo tendrá para que atrape a generaciones distintas y siga haciéndolo en el siglo XXI.
ven conmigo a vivir aquí, con lo que saque de un negociete que tengo con un príncipe nigeriano vamos a vivir como reyes
Estos admin han visto lo desesperados que son los usuarios y están haciendo cambios, casas con housers y ahora esto.
-Sí —dije—, por amor de Dios.
Sublime
www.yorokobu.es/poe-sylvester-stallone/
172 te la metemos los dos
173 lo mismo del revés
174 te la meto un rato.
Y por fin...
175
Así, tras la pantalla del teléfono me dije ¡NUNCA MÁS!
Leísmo del malo. Ni los de la RAE lo aceptan. Y esos lo aceptan todo.
"Más cuerdo es, el que acepta su propia locura"
¿Qué pinta esa coma ahí?
Así comienza mi historia favorita de Poe. El Barril de Amontillado. Tremendo
Por muy buen trabajo que se haga, nunca será igual:
It was many and many a year ago,
In a kingdom by the sea,
That a maiden there lived whom you may know
By the name of Annabel Lee;
And this maiden she lived with no other thought
Than to love and be loved by me.
I was a child and she was a child,
In this kingdom by the sea,
But we loved with a love that was more than love—
I and my Annabel Lee—
With a love that the wingèd seraphs of Heaven
Coveted her and me.
And this was the reason that, long ago,
In this kingdom by the sea,
A wind blew out of a cloud, chilling
My beautiful Annabel Lee;
So that her highborn kinsmen came
And bore her away from me,
To shut her up in a sepulchre
In this kingdom by the sea.
The angels, not half so happy in Heaven,
Went envying her and me—
Yes!—that was the reason (as all men know,
In this kingdom by the sea)
That the wind came out of the cloud by night,
Chilling and killing my Annabel Lee.
But our love it was stronger by far than the love
Of those who were older than we—
Of many far wiser than we—
And neither the angels in Heaven above
Nor the demons down under the sea
Can ever dissever my soul from the soul
Of the beautiful Annabel Lee;
For the moon never beams, without bringing me dreams
Of the beautiful Annabel Lee;
And the stars never rise, but I feel the bright eyes
Of the beautiful Annabel Lee;
And so, all the night-tide, I lie down by the side
Of my darling—my darling—my life and my bride,
In her sepulchre there by the sea—
In her tomb by the sounding sea.