La cosa es quién pagará por ello. Más allá de la ocurrencia y puede que algún giro original, no le veo mucho potencial. La misma página mostrada es un claro ejemplo: ya que el texto legal te restringe, pues te planto a un tipo gritando. No está mal, pero luego qué...
¡Cómpratelo!
(#teahorrouncoment)