Tres décadas después, la cara de Sharbat Gula vuelve a ser representativa, pero en esta ocasión no está en la portada de National Geographic como aquella vez, en esa foto tomada por Steve McCurry, sino que simplemente está en una tarjeta de residencia falsa que muestra las enormes dificultades y persecución que sufren los afganos en Pakistán.
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Esas cejas caidas en su extremo lateral y la comisura de los labios también hacia abajo. El pañuelo de colores llamativos que apenas le tapa el pelo a los 12 años, se ha transformado en uno negro rígido que apenas deja escapar un cabello.
(Y ahí, en medio, sus grandes ojos verdes que siguen sin bajar la vista ante la cámara).