«No es el extranjero sino el pobre el que molesta, el que parece que no puede aportar nada positivo al PIB» NO puede decirse que estos sean casos de xenofobia. Son muestras palpables de aporofobia, de rechazo, aversión, temor y desprecio hacia el pobre, hacia el desamparado que, al menos en apariencia, no puede devolver nada bueno a cambio. Y, por eso, se le excluye de un mundo construido sobre el contrato político, económico o social, de ese mundo del dar y el recibir...........
|
etiquetas: aporofobia , pobre , emigrante
Pero sí, por lo general es al pobre.
A los jeques o al Carlos Slim de turno todo el mundo les respeta.
Yo no veo normal cargar todas las culpas sobre el inmigrante, que es el más débil y no tiene culpa de nada. El problema real y de fondo todos sabemos que es el otro.