El último encuentro entre Walter White y Skyler es una lección de dramaturgia: ningún un abrazo. La diferencia entre Breaking Bad y las series vulgares.
Algo me olía antes de verla; y ahora que la he visto lo tengo claro: está sobrevaloradísima. Lo que no quiere decir que sea mala, ni mucho menos: es muy buena. Pero está lejos de ese nivel de perfección absoluta que se le ha otorgado.