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La barba en la antigua Roma, mucho más que una opción estética
Siempre imaginamos al antiguo romano con el pelo corto y el rostro afeitado. Bueno, pues no fue siempre así. Al principio, durante la época más antigua, los romanos portaban una barba de longitud mediana, al estilo etrusco, según confirman varias fuentes. Varrón, en su «De re rustica» (II, 11, 10), hace referencia a estatuas masculinas de largas barbas que denotan la antigüedad de las obras. Tito Livio nos cuenta que, durante el saqueo de Roma en el 387 a.C., uno de los galos invasores tiró de la barba al senador Marco Papirio.
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No, realmente. En primer lugar decir "los romanos" es hablar de un período de muchos siglos. Sería tan incorrecto como decir "los españoles llevan capa y sombrero ancho" por la moda del siglo de oro.
Como fueron muchos siglos, fueron muchas modas. Pero el afeitado y el corte de pelo en los soldados no fue una constante. Los espartanos -nación bélica por excelencia- eran famosos por su melena y su barba frondosa pero sin bigote, al estilo Lincoln. El pelo largo ayudaba a amortiguar los golpes al casco (los griegos no tenían cofias) al recogérselo en un tocado en la coronilla, y la barba posiblemente ayudase con los bordes del yelmo en la cara.
Lo de afeitarse y el cuidado personal, ya en Roma, pues dependía mucho de la época. Dice el artículo que en el siglo III las puso de moda Adriano para semejanza de los antiguos griegos, pero parece ser que realmente tenía marcas de una enfermedad anterior y la barba se las pasaba. Juliano se dejó barba. Es comprensible que muchos soldados se dejasen barba en climas fríos, y el argumento que da el artículo también es bueno: era muy frecuente cortarse al afeitarse, sin crema y con acero no muy bueno, así que los legionarios preferían arreglarse la barba con tijeras (cuestión que luego fue anatema para el cristianismo).
Por otra parte, hay una anécdota curiosa, y es que cuando Escipión Emiliano fue a hacerse cargo del asedio de Numancia quedó escandalizado por la gran cantidad de pinzas de depilar que tenían sus coquetos soldados, y mandó fundirlas para hacer puntas de flecha.
Lo de que evitase que los enemigos los cogiesen de las barbas, bueno... Creo que si te estás enfrentando a un legionario y tienes tiempo y habilidad para cogerle de la barba, mejor deberías aprovechar eso en meterle un hierro en el cuerpo. Lo de tirarle de los pelos sí que no lo veo: todos llevaban yelmo y era prácticamente lo más importante de la armadura. Incluso con las legiones raras de final del imperio combatían, al menos, con gorro.
En los siglos II-IV se ve cierta variación en los estilos de los emperadores, algunos con barba y otros sin ella. A bote pronto me vienen a la cabeza como emperadores barbados: Adriano, Lucio Vero, Marco Aurelio, Cómodo, Septimio Severo, Silbanaco, Aureliano, Diocleciano, y Juliano.
De emperadores rasurados: Trajano, Caracalla (aunque hay imágenes también con barba), Constantino, y los Valentinianos.
Edit, acabo de leer a #2 diciendo lo mismo
Coño, estuvieron 800 años, no se puede decir que toda su historia en España fuese uniforme.
Quiero decir: es q es una barbaridad.
Los sacerdotes no se raparán la cabeza, ni se cortarán los bordes de la barba
A pesar de que menciona a los sacerdotes, por la magia de la hermenéutica bíblica que hace que cualquier cosa sea interpretable a contrario, se interpreta por algún sector que la barba no ha de ser arreglada, sea sacerdote o laico. Por esto te puedes encontrar a fundamentalistas judíos y musulmanes con esas barbas tan feas y descuidadas: nada de retocarlas.
Claro que luego algunos interpretan que esto permite el afeitado total, a lo que otros contraargumentan que está prohibido en la cabeza, otros dicen que sólo sacerdotes, y otros dicen que únicamente se prohíbe hacerlo como señal de duelo. Pero en fin. La polémica de las barbas arregladas la saco de una anécdota demasiado larga de explicar de la Historia Secreta de Procopio. Parece ser que en su época un buen cristiano o iba afeitado totalmente (como tributo a los emperadores cristianos romanos y para diferenciarse de los judíos) o con la barba desaliñada, prueba de santidad y desapego al mundo material.
En conclusión: Querer llevar un calzado fresco para evitar pies sudados como un animal, pero a su vez el pie protegido contra esas brisillas que te ponen los pelos como escarpias.
Cc. #4 #1 #3 #2
Y Pijus Magnificus (Biggus Dickus) también: media.vogue.es/photos/5cc74d19ef0e5a4d9417fedc/master/pass/monty_pytho
Y te doy toda la razón: calcetín + sandalia es lo más práctico.
Me da a mí que no lo has probado nunca ni sabes lo cómodo que es.
Yo soy más de "ande yo caliente...".