Nos bautizaron a todos. Nos animaron a ser monaguillos. Pero nos importaba un pimiento. Sabíamos que en Semana Santa nos veríamos muchos días, en la antesala a las grandes vacaciones de verano. En realidad, no pasaba gran cosa: bicicletas, excursiones a las fuentes, partidos de fútbol, merienda por las calles del pueblo, jugar a liebre, al escondite hasta las tantas... O así era hace treinta años.
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etiquetas: semana santa , niñez , pueblo
Te los han recalificado todos para montar urbanizaciones de chalets adobaos.
www.youtube.com/watch?v=VGU-zHq92yM
Impagable la ironía del primer comentario de la web: qué bien escrito está, dice.
yonkis + gallinas = así hemos salido
#1 ver TV en el pueblo? estamos locos? Yo era en lo que menos pensaba... y eso que cuando estaba de vuelta en la ciudad no hacía otra cosa que viciar a la nintendo.