El siglo XIX se vio agitado, en sus tranquilas maneras, con la llegada de la Revolución Industrial, una suerte de movimiento que había surgido para iniciar un proceso de cambio y mejoría en las vidas de las gentes de la época. Aquellos años abandonaron rápidamente sus lejanas costumbres, recibiendo, con entusiasmo y admiración, la aparición de un nuevo caudal intelectual que alteraba todos los órdenes establecidos hasta el momento. Aquella sociedad que vivía entregada al cultivo y a la producción manual...
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Y sí, cuando salgo fuera pido café
Lo de siempre. Los intereses privados de unos cuantos mangantes.
Por cierto, el té no es originario de la India.
El té es una bebida deliciosa SI te dan un té de buena calidad, y si te lo preparan bien. Yo hace años, también creía que no me gustaba, porque el único que había tomado era el pxxx hornimans en bolsitas, que no sabe más que a aroma artificial de limón. Ahora, un día en una feria medieval me dieron un TÉ, y dije "¿dónde has estado durante toda mi vida?", fue amor al primer sorbo. En éste país nuestro que hasta el café que tomamos es una porquería con el maldito torrefacto, si pides un té, se piensan que estás a dieta o te duele el estómago y, de eso, tiene mucha culpa el aislamiento en que estuvimos metidos durante cuarenta añitos. Ya supondréis de qué añitos hablo. Antes del 36, eran relativamente frecuentes los salones de té, y la consumición de la bebida se consideraba algo culto y cosmopolita. A raíz del 39, el beber té fue calificado de "moda extranjera" y como todo lo extranjero, era dañino por defecto. El té quedo relegado a su uso medicinal como digestivo y poco más; por otra parte, el té que aquí se vendía era del malo, precisamente porque no había cultura de tomarlo ni interés por él. No fue hasta finales de la década de los noventa que empezó a normalizarse y a tomarse por placer y empezaron a abrirse las primeras franquicias Tea shop, en las que vendían té digno de ese nombre. Tampoco muy allá si lo comparamos con otras tiendas, pero al menos, con las hojas enteras y no en polvo.
Aún hoy día, en España, estadísticamente hablando, se toma menos de una taza de té al día (y mira que yo me esfuerzo en subir la media, con mis tres tazas al día...), muy lejos de otros países como Rusia o Gran Bretaña donde la media es de cuatro (y más) tazas al día. No obstante, el consumo va repuntando año a año, lo que redunda en más variedades y en mejor calidad del té que nos llega.
Si quieres atreverte a tomarlo de nuevo, te cuento unas cosillas: el buen té, NUNCA es en polvo. El té es mejor cuanto más entera es la hoja (también es más caro, claro está). El té varía de sabor de acuerdo a su color; el blanco es el más delicado (según quien, te dirán que anodino) y el de menos teína. El té verde es de amargor acusado y aroma intenso; existen muchas variedades y va muy bien mezclado con vainilla, menta, canela, hierbabuena... El té rojo es de un amargor más suave y un sabor más terroso; es muy indicado para mezclas de aromas florales, como pétalos de rosa, también va bien con vainilla, naranja, clavo,... Por fin el té negro es el más amargo y de más teína; se recomienda sobre todo para desayunar dada la cantidad de excitante que contiene, y es muy indicado mezclado con otros ingredientes que realcen el sabor fuerte de la infusión, como clavo, pistacho, chocolate negro... si vas a añadir leche a algún té, es a éste. Y una gotita tan solo.
...A-acabo de darme cuenta que he escrito una tesis. Perdonad, es que yo con el té, me embalo.
Si el café te parece fuerte en España deberías pasarte por Italia.
#7 gracias por la información.
Respecto a los tés negros en bolsitas yo uso bastante el PG tips y no me parece muy malo.