En los convulsos años 40 del siglo pasado, cuando el planeta convulsionaba inmerso en una segunda guerra de talla mundial, si entonces te tocaba trabajar en la Francia o Noruega ocupadas por los nazis o a la Alemania del Tercer Reich y tenías la impresión de que tu oficina era un auténtico caos, igual resulta que sí lo era. Y no por casualidad, sino bajo el auspicio de los servicios de inteligencia de EEUU, la actual CIA. Lección número uno para las reuniones: enróllate al máximo y no dejes margen para ningún atajo.
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Yo he conocido a mucha gente que era tan idiota que seguía estos pasos del manual, pero sin intentarlo. Les salía de manera natural, les llamábamos "los infiltrados" ya que parecía que trabajaban para la competencia.
Cuando finalmente decidí mandarlos a pastar y largarme, no pude explicarle adecuadamente el trabajo a mi sustituto porque decidió pasarse la última semana dando vueltas por mi oficina e interrumpirnos continuamente con su metodología habitual.
Que descanso cuando por fin salí por la puerta la última vez...
¿Vago? No, soy Bond. James Bond.
Saludos.
"Si ostentabas un cargo de responsabilidad la OSS te animaba a:
A. Priorizar los trabajos más irrelevantes.
B. Asignar los encargos de importancia a los empleados menos eficientes.
C. Promocionar a los vagos.
D. Desmoralizar a los equipos.
E. Programar reuniones inoportunas cuando la oficina esté a mil, sobrecargada de trabajo.
F. Alambicar al máximo los trámites para eternizarlos. "
Tengo una nueva palabra favorita... "Alambicar"
Ha retratado a mi oficina
aquí en castellano --> letraslibres.com/politica/los-consejos-de-la-cia-para-sabotear-tu-luga
Empleados
Trabaje despacio.
Planee tantas interrupciones a su trabajo como sea posible.
Aunque entienda el idioma, finja no entender las instrucciones en una lengua extranjera.
Finja que las instrucciones son difíciles de entender, y pida que se las repitan una vez más. O finja que está ansioso por hacer su trabajo, e incomode al capataz con preguntas innecesarias.
Haga mal su trabajo y culpe a malas herramientas, máquinas o equipo. Quéjese de que esas cosas le impiden hacer bien su trabajo.
Nunca transmita su destreza o experiencia a un trabajador nuevo o con menos destreza.
No sé en vuestros casos, pero podría ser que tanto empleados como el propio jefe fueran realmente infiltrados (¿el jefe era el dueño también? ¿la empresa vivía más de una subvención que de la productividad?). A veces hay intereses ocultos y tú pensando que la gente es muy tonta, cuando en realidad es muy lista.
Cuando cuento anécdotas a la peña de esa empresa se suelen quedar así ->
Pero es lo normal cuando nos gobiernan agentes al servicio del imperialismo