Kiri sute gomen era el nombre de una antigua ley japonesa en la que se basó el padre de un daimío para matar a un comerciante británico que no quiso cederle el paso por un camino en 1862. Dado que los extranjeros estaban eximidos de la legislación nipona, la embajada británica protestó y exigió una reparación, a la que el señorío del daimío se negó. Tras inútiles negociaciones, la Royal Navy bombardeó la ciudad de Kagoshima como represalia al año siguiente y los japoneses tuvieron que ceder.
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La versión del colonialismo del "es que las visten como putas"
si no queremos que se revise con ojos del presente los actos de españoles en el pasado... no hagamos lo mismo con otros.