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De cómo los molinos harineros se solidarizaron con las familias durante la Depresión
A finales de la tercera década del siglo XX,cuando la Depresión desatada por la crisis financiera de 1929 hundió aún más las economías familiares y les obligó a rascar más profundo en el bolsillo para cubrir las necesidades mínimas. En aquel entonces, el algodón de los sacos dejó de limitarse a las prendas íntimas y apareció en los vestidos y camisas que los niños llevaban a la escuela, y no sólo en las familias rurales y pobres de toda la vida, sino en las antiguas clases medias que pasaron a engrosar las filas de los más necesitados.El uso...
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Es uno de los éxitos de, por ejemplo, Nocilla con sus vasos (y algo incomprensible que no hagan en el formato grande), que usaba Cola-Cao antiguamente (con cajas de latón decoradas), cajas de pastas y bombones también de latón, tarros "bonitos" (Lorán vende queso en cazuelas de barro, por ejemplo), etc.
Esto es terrible, un drama para el pueblo americano en toda regla. Caridad privada tapando los parches de las crisis capitalistas, así el pueblo nunca despertará ni se rebelará contra las clases dominantes.
Un par de millones de muertos de frío habrían hecho mucho bien, camaradas, pero ahí estamos nosotros, meneando artículos que ensalzan a los saboteadores de la revolución...
Aprende a conjugar el modo imperativo. No cuesta tanto.
Nunca he fallado regalando una caja metálica con alguna delicia para comer dentro
Me parece que para la historia va a quedar la ingenuidad la del autor. Solidaridad hubiera sido que les regalasen la tela o la harina, no mejorar el envase para vender más que la competencia.
Como anecdota está bien, pero el enfoque y la conclusión me han matado.
Como bien dices, la harina es un producto de primera necesidad que la gente tiene que comprar, pero al mismo tiempo es un producto de lo más común. Si quieres vender más que la competencia, tienes que diferenciarte en algo lo suficientemente atractivo para que el comprador escoja tu harina entre las que haya disponibles.
El propio artículo ya te explica por qué se usaba el envase de algodón, así que simplemente era cuestión de usar esa tinta lavable o una etiqueta sencilla de retirar para poder reutilizar esa tela. Un cambio con un coste ridículo, especialmente comparado con lo que venderían los primeros en realizarlo o las ventas que perderían los que no se adaptasen.
En ningún momento he sugerido que fuese un engaño al consumidor. Más bien al contrario, le ofrecian un producto mejor que antes. Sin embargo, eso no quita que fuese una decisión comercial pensando en los beneficios, o al menos el artículo no aporta nada que demuestre lo contrario.