Esta clase de fraudes son anteriores a la aparición de la misma inteligencia artificial: ya en el s. XVIII el famoso autómata 'El Turco' deslumbró al público europeo y norteamericano ganando a humanos al ajedrez (Napoleón Bonaparte y Benjamin Franklin entre ellos), hasta que se hizo público que era otro humano quien lo operaba desde dentro.
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Tres entrevistas en el último mes, tres casos de humanos trabajando encubiertos vendidos como IA a las grandes.
Y lo peor es que ni un puto sistema tipo Selenium o Robotium para intentar hacer al menos un mínimo.