Desde hace años existe una de las conspiraciones más grandes dentro del mundo artístico: los antiguos griegos y romanos no pintaban sus esculturas. En museos, exposiciones y templos hemos visto figuras austeras, blancas de mármol. Pero, la realidad es otra. Esas estatuas una vez fueron coloridas, pintadas de forma vibrante y ricamente adornadas con ornamentación detallada.
|
etiquetas: cromofobia , racismo , conspiración , robó , color , estatuas
Con esta preconcepción en mente, el aspecto colorido reconstruido de las estatuas puede parecer una horterada, pero gana en viveza. Aquí un buen ejemplo:
Con dos cojones.
Sólo hay un problema, lo que está de moda es el negro.
Las raíces de los prejuicios occidentales contra el color son profundos, de ahí surge la idealización del mármol blanco, creada a lo largo de los años. A fines del siglo XIX, gracias a las primeras excavaciones en Pompeya de Carlos III, se encontraron muchos objetos con color. Esos primeros descubrimientos demostraron la existencia de la policromía que muchos profesionales habían internado negar anteriormente. Por lo tanto, solo hubo discusiones sobre el grado de pintura. Luego, en el siglo XX, con las ideologías totalitarias de Mussolini, Franco o Hitler, comenzaron a esparcir la idealización del blanco, en cierto sentido, sacado del racismo. El Dr. Brinkmann empezó su investigación como estudiante en Múnich, “cuando yo comencé en 1980, aquel ADN que había sido creado por el fascismo europeo seguía estando. Y me temo que este ADN a día de hoy sigue siendo parte de nosotros”.
Para empezar no es finales del siglo XIX, es finales del XVIII. Un tema tan interesante como el de la (mayormente perdida y poco comprendida) policromía en el arte escultórico antiguo, tiene que se embardunado con politiqueo y tésis compirativas de personajes controvertidos como Brinkmann. Un académico que parece haber encontrado un filón de oro, no estudiando la Historia y el estudio de la Historia, si no explotando su teorías posmodernas que tan bien se venden hoy en día.
despuesnohaynada.blogspot.com/2014/06/primary-colors.html
En el fondo es posible que la estatuaria clásica con su aspecto auténtico resultase profundamente kitsch y de mal gusto a buena parte del público actual y los turistas (que a fin de cuentas son los que pagan..
Luego la realidad les golpea con fuerza y cuando ven el Augusto de Prima Porta policromado cómo una lagarterana les dan siete embolias.