La imagen es muy usual: una plaza llena de palomas y una o más personas tirándoles trocitos de pan o vezas. Pero un estudio demuestra que este gesto no es tan beneficioso. Los científicos han evaluado el impacto de las campañas de educación ciudadana para reducir el hábito de dar de comer a estas aves. Los resultados demuestran que las poblaciones de palomas disminuyen un 40% sin comida. Además, la limitación de comida provoca también que las palomas restantes sean en promedio mayores.
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Hace unos años, había gorriones por aquí. Ya sólo hay palomas y las
putascotorras verdes, que son peor todavíaAsco dais, la verdad.
Son una verdadera plaga en muchas ciudades.
Me da a mi que la peor plaga son los bípedos implumes.