Cultura y divulgación
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El derecho a morir (ING)

Los pacientes pueden rechazar los tratamientos médicos o incluso recurrir a la negativa de la nutrición y los líquidos si desean apresurar el proceso de su enfermedad Yo uso la palabra "apresurar" vagamente aquí: morir de sed y la inanición no es de ninguna manera un rápido o indoloro proceso. Si bien estas opciones pueden parecer dar a los pacientes cierto nivel de control sobre sus cuidados en el fin de vida, hacen muy poco para aliviar su sufrimiento. ( Traducido con Google en el primer comentario )

| etiquetas: eutanasia , muerte digna , australia
  1. Es inquietante saber que uno de cada cinco australianos pasan sus últimas horas de vida en dolor moderado a severo a pesar de los mejores esfuerzos de cuidados paliativos. Para muchos pacientes, su sufrimiento precede a su muerte por semanas o incluso meses, y no es totalmente aliviado por la intervención médica. La dignidad, el confort y la calidad de vida de un paciente pueden seguir deteriorándose hasta su último aliento, cuando sea posible.

    En Australia, actualmente no tenemos leyes que permitan a los individuos que están enfermos terminales o sufren dolores o sufrimientos intolerables e intratables recibir asistencia de profesionales médicos para acabar con su vida. Sin embargo, el Gobierno de Victoria ha anunciado que presentará un proyecto de ley para legalizar la Muerte Asistida por Médicos (PAD) en la segunda mitad de 2017, reavivando el interés público en este tema polémico.

    La gran mayoría de los australianos indican que están a favor de la introducción de la legislación de muerte asistida, que refleja un cambio progresivo en nuestra cultura en torno a la muerte y la muerte. Mientras que el modelo médico occidental se ha centrado durante mucho tiempo en prolongar la vida, nos preocupamos cada vez más por la calidad de la vida de uno, en contraposición a su longitud como característica definidora.

    PAD se refiere a un médico que proporciona a un paciente los medios para poner fin a su propia vida. Esto es diferente de la eutanasia, que implica que un médico administre personalmente la dosis letal de la medicación a petición del paciente.

    Ambos son ilegales en Australia, mientras que la administración de dosis crecientes de morfina sigue siendo una opción aceptable para aliviar el dolor, aunque esto no puede ejecutarse con la intención de poner fin a la vida del paciente. Vale la pena señalar que la morfina no alivia todo el dolor y el sufrimiento, por lo tanto esta medida es en gran medida inadecuada para muchos pacientes.

    La autonomía de los enfermos terminales que desean aliviar su sufrimiento está restringida a muy pocas opciones. En primer lugar, pueden completar una Directiva de Atención Avanzada (ACD), describiendo sus deseos con respecto a la atención futura. Los ACD permiten a los pacientes determinar lo que hacen y no quieren que suceda al final de su vida, incluida la opción de órdenes de no reanimación, si no pueden contribuir a la toma de decisiones futuras o dar su consentimiento informado.



    Mientras tanto, pueden rechazar los…   » ver todo el comentario
  2. Como la muerte NO existe, pues cuando ello viene uno ya no existe, en realidad lo que se reclama es terminar la vida (que sigue siendo vida) con dignidad, pero entra dentro de la vida jurídicamente hablando.

    En verdad, regular la eutanasia es un derecho intrínseco al propio derecho a la vida unido a otro derecho inalienable como es la libertad, y aún más cuando ni casi ya se tiene vida ni mucho menos libertad.

    El único impedimento, una vez más, es la tradición religiosa y los dogmas de unos señores que hacen negocio del dolor y sufrimiento ajenos.
  3. #2 Es cierto, y si la sociedad no fuera complice con su indiferencia, ya tendriamos una ley de eutanasia.
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