Lucía Montesdeoca se aferraba a su bebé de apenas dos semanas, retenida en el centro de detención de la calle Luis Antúnez, golpeada y humillada, sentada en el suelo en un rincón de la sucia habitación reconvertida en celda, se escuchaban los gritos de hombres y mujeres que en ese momento eran torturados, la mujer había perdido la noción del tiempo, llevaba tres días encerrada
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Si esos cabrones no hubiesen permitido a la Paca seguir en el poder como pedía Rusia, se le hubiese enjuiciado y hubiese terminado con los huesos en la cárcel o ahorcado (con todos sus correlegionarios) como se hizo con los alemanes.
Podríamos haber sido como Francia o Alemania, en vez del país de mierda que somos ahora, lleno de esos hijosdeputa traidores.