- Pero hoy en día hay menos prohibiciones que décadas atrás. ¿Aun así la cultura occidental está en riesgo? - No, no está en riesgo, pero está tapada por las malas noticias. La gente ya no tiene paz para sentarse y leer un libro. El Partenón es un mensaje de paz, a favor de la diversidad. Es un símbolo porque ahí todos se encontraban para pensar. Los libros prohibidos son un símbolo fantástico de la rigidez del pensamiento del que prohíbe. Las personas siempre tienen derecho a elegir.
|
etiquetas: libros , cultura , arte , censura
- En los ‘60 vos veías a las personas caminar por la calle con un libro en la mano. Ahora, se está perdiendo esa contemplación interior, la conexión con uno mismo.
[...]
Marta Minujín (...) Como una forma de defender el pensamiento y la diversidad, ahora la artista plástica levantará un Partenón -símbolo griego de la cultura- con 100 mil libros impresos en distintas lenguas. Será en la ciudad alemana de Kassel en el marco de la muestra de arte Documenta 14, con el lema “Aprender de Atenas”. Minujín quiere juntar en Buenos Aires títulos alguna vez prohibidos que done la gente. La instalación se erigirá en la plaza central de Kassel, donde en 1933 los nazis quemaron 2.000 libros.
Digamos que ya no hay un libro físico de papel a la antigua usanza y nos vamos adaptando al e-book, al móvil y éstas cosas modernas de ahora pero eso, de algún modo, es leer también, es decir, es meter conocimientos y reflexionar sobre la vida y el mundo (actual)
Ale, salao...
Por curiosidad, ¿Qué libro estás leyendo?
Venga, hombre, que no pille estas cosas @merogos y tal (que me viene ahora a la memoria), por ejemplo, es comprensible pero tú no gozas de ese derecho porque tienes infinitamente mucha más luz.
Yo estoy terminando "Rant, historia de un asesino" de Chuck Palahniuk, acabo de terminar "Las ansias carnívoras de la nada" de Jodorowsky y tengo pendientes tres o cuatro, creo que meteré mano primero a el último de los tomos del diario íntimo de Anais Nin.
Que viva la diversidad de opiniones.
Asómate a la ventana un día de éstos y compara cuántos libros se pasean por amor al papel en relación a los móviles y demás que contienen las mismas palabras que aquellos.
Vivimos en un mundo de prisas e instantaneidad en donde nos cabreamos porque una información recién creada al otro lado del mundo tarda más de cinco segundos en llegarnos. Le metemos prisa al tiempo nosotros, que fuimos creados con la paciencia del tiempo y, claro, así no hay dios que viva en paz consigo mismo.
Pues hombre, lo que dice #5 también es verdad.
Si eso le añades la industria del ocio cada vez más centrada en narcotizar a la peña, tenemos un doble combo de idiotez.
Los idiotas, como la cultura o la ciencia, también se fabrican estructural y socialmente.
Me concentro menos, hay más ruido y más pereza.
En mi caso el problema es el ruido en general.