¿Una bonita casa en la playa? Matthieu Ricard prefiere el monasterio apartado de toda civilización donde vive, en las montañas de Nepal. ¿Una cuenta bancaria boyante? Ha entregado todo el dinero de las ventas de sus libros a la caridad. ¿Quizá un matrimonio bien avenido o una excitante vida sexual? Tampoco: a los 30 años decidió acogerse al celibato y dice cumplirlo sin descuidos. En realidad, Matthieu Ricard carece de todas las cosas que los demás perseguimos con el convencimiento de que nos harán un poco más felices. Y sin embargo
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No hombre , una cosa es estar casado y otra no tener sexo.
El día que la felicidad sea cuantificable... Se le tiene que cambiar el nombre. ( Siyo)
mentalmoral en el primer mundo sin ser un psicópata.Lo de la mujer me parece demasiado pero para encontrar alguien que esté dispuesta a seguirte en ese tipo de vida antes de los 30 hay que tener mucha suerte
Por ejemplo el grado de felicidad de ser padre ( para mí lo supera todo)
Por eso puse que no veo cuantificable la felicidad. ( Feliz día