El veterano cartoon Los Simpson dejará de emplear actores blancos para doblar personajes de color. [...] Abema Times [...] entrevistó al mangaka Ken Akamatsu [...] sobre su opinión sobre el tema y sobre cómo podría afectar a la industria del anime. "Visto desde Japón puede parecer una reacción excesiva, pero los países extranjeros tienen sus propias cuestiones [...] Pero sí diré que pasar a seleccionar dobladores por su raza más que por sus talentos individuales parece ir contra el camino que la humanidad ha recorrido a través de la historia".
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etiquetas: doblaje , racismo , japón , estados unidos , los simpson , akamatsu
Un japones no respondera directamente a esta pregunta, antes se la muerte, te va a dar una respuesta politicamente correcta siempre y ya puedes ir tu a bucear entre lineas para encontrar lo que quiere decir.
En este caso yo puedo leer entre lineas "no me interesa lo que hagan fuera de japon, como mucho me produce curiosidad. Aqui un japones de ascencencia 100% japonesa es "blanco" y todos los demas son "negros", a un "blanco" lo dobla un "blanco" y a un "negro" tambien porque nadie contrataria a un "negro" como doblador. Luego respecto al dibujo, ¿Si les pintamos el pelo de violeta y verde tu crees que el resto de la coherencia nos importa?"
Recordemos que gente como los Monty Python se vestian de mujer a proposito pudiendo contratar mujeres, no solo por tradicion o por darle toque comico, sino precisamente para hacer sangre con el tema.
Ahora es el neo-racismo y su “todo es racista” y “todo el mundo es estructuralmente racista”.
La definición de racismo es la doctrina que exalta la superioridad de la propia raza frente a las demás, basándose en caracteres biológicos. Obviamente este asunto no tiene absolutamente ninguna relación con superioridad biológica, y por tanto con racismo.
El problema es que hoy día cualquier cosa que “moleste” a alguien que pertenezca a alguno de estos grupos automáticamente lo etiqueta de “racista” para así facilitar conseguir sus objetivos (de igual modo que con el “machismo”).
Es más fácil usar el comodín del supremacista que trabajar para mejorar tus habilidades y talentos o en solucionar tus problemas, y la sociedad se ve obligada a aceptar esta estupidez por miedo a ser tachado de aquello que ellos mismos consideran estúpido.
Y por culpa de esta contradicción estamos donde estamos, y se permiten la deferencia de crear conceptos tan estúpidamente ridículos como “apropiación cultural”.
No puedo decir que tenga mucho trato pero he vivido la tactica "granada de humo y nunca mas se supo", por no decirme que no directamente.
El mundo se va a la mierda por culpa de una panda de subnormales que patalean por cualquier tonteria...
Lo creas o no, con los extranjeros no se suelen comportar como mucha gente cree o viene a decir a aquí. A mi me han llegado a preguntar por la situación de Cataluña en un pueblo en el que estaba de visita, simplemente porque veían el tema por la TV. Les interesa mucho más de lo que crees el "mundo exterior" (viendo sus telediarios está caro) simplemente hay cosas que consideran gilipolleces absurdas (como debieramos hacer nosotros). Luego puede que tengan otras cosas o que entre ellos que aprecian sus diferentes sutilezas lingüisticas y corporales se comporten diferente (las formalidades sociales son chungas de pillar de primeras).
El caso, volviendo al tema, es que aquí le preguntan a alguien que diseña todo tipo de personajes, de todos los colores y procedencias y lo interesante es lo que responde, que seleccionar a alguien por su raza y no por su talento, es racista. Y tiene toda la razón. En el manganime hay más integración que en cualquier otro tipo de obras, desde siempre y sin necesidad de forzar nada. Pero claro, nadie piensa es que el doblador es japonés y debería ser un caucásico, porque sería absurdo hasta más no poder. Es más, se puede decir que el concepto de apropiación cultural les parece absurdo, están encantados viendo a occidentales haciendo cosas japonesas.
No todo es de color de rosas, también tienen nacionalistas rancios, ojo, pero son una minoría a la que casi nadie escucha.