Ha llegado el día en el que tanto el mundo de los productos naturales como el de marketing se nos ha ido de las manos. Atentos al post de hoy. Como bien conocen los asiduos lectores de este blog, hace unos años bauticé con el nombre de “marketing pseudocientífico” al marketing basado en el uso del lenguaje científico empleado por diversas empresas para atribuir a sus productos determinadas propiedades no demostradas científicamente. Muchos sectores empresariales, conocedores de la buena reputación que tiene la labor del científico en la ...
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etiquetas: marketing emocional , alimentos naturales , marketing pseudocientífico
Pero vamos, nada nuevo bajo el sol en el mundo de la publicidad, solo hace falta recordar campañas de coca-cola de hace no muchos años. La emoción siempre ha sido un motor de venta.
* www.meneame.net/story/el-pasado-era-una-mierda
Eso se ve mucho con los anuncios de coches. Sobre todo con los de marcas "de lujo". Que si "te gusta conducir" decía BMW..
Lo peor es que nos afecta, aunque no nos demos cuenta. Me pongo como ejemplo a mi mismo, que no veo la tele mucho, que soy muy crítico con la publicidad... pues me descubrí el otro día comprando una pizza Tarradellas (hacía años que no la compraba). Cuando la estaba comiendo en casa me acordé que había visto un anuncio de casa Tarradellas justo el día anterior, un anuncio nuevo y largo (como de 60 segundos) de nosequé de disfrutar el fin de semana, con muchos niños, campo y cosas así, que resulta que me gustó mucho. Va a ser q por eso me paré en el stand de casa tarradellas y me llevé una a casa. Triste.
Eso si, la pizza un asco, donde esté el doctor Oetker ese
Pues tu mandas a los niños al pueblo y se aburren como una ostra, las gallinas les importan un cojón salvo cuando el puto gallo se pone a dar la brasa a las siete de la mañana (y no para ahí; sigue toda la puta mañana) y les dan ganas de tirarle piedras, no van a ordeñar la vaca y beberse la leche porque les pega una gastroenteritis que los tienes tres días pegados al váter, un crio no sabe arreglar una moto vieja y aunque supiera no la querría porque sus compañeros de clase le darían una paliza si lo ven aparecer con ese trasto, y mi abuela nunca jamás ha hecho pizzas caseras en horno de piedra porque es una abuela de la Mancha profunda que no sabía lo que era una pizza hasta hace dos días, cojones. Eso si, zarajos los hacía de miedo. Pero supongo que los zarajos (basicamente tripas de cordero asadas enrolladas en un palo) no son tan "cool" como las pizzas y Casa Tarradellas nunca los venderá (a Dios gracias)
El artículo por lo demás está bastante bien.
Sobre los coches... no importa que sea uno y no más, al fin y al cabo es un producto que debería durar unos cuantos años buenos (y no, los anuncios no van a la gente que tiene suficiente pasta pa cambiar de coche cada dos años, sino para aquellos nuevos adinerados a los que el dinero le quema en los bolsillos y quieren sentirse "ricos").
Respecto a los alimentos naturales son aquellos que se obtienen sin la intervención de productos quimicos en toda su cadena, desde cuando son cultivados hasta que son vendidos.
Ni se estudiaban, ni se trataban, que no es lo mismo que el que no existiesen. Por lo que se de la psicología la mayoría de trastornos se deben a problemas sociales en la infancia, y en épocas en los que los niños eran usados como mano de obra y no había la protección que hay ahora, te aseguro que traumas debía de haber.
#20 Existían otros como tengo ocho hijos y no se que van a comer o el marido con el que me case con quince años resultó ser un hijo de puta y no me voy a librar de él hasta que uno de los dos se muera.
"Pero si a cualquier padre o madre del 300.000 a.C., del 30.000 a.C., del 3.000 a.C., del 300 a.C., del 300 d.C., y hasta del 1.900 d.C., le hubiesen dicho que llegaría un tiempo en que podría llevar a su hijo enfermo a un hospital con médicos científicos, antibióticos, TACs, analgésicos, de todo, y que luego se lo podría llevar curado a casa para bañarlo con agua calentita que sale de un grifo a precio ridículo –sí, ridículo: la leña y el carbón costaban el sueldo de un mes–, meterlo en una cama sin piojos, chinches o pulgas y darle de comer toda clase de alimentos y agua que no lo pone más enfermo... si hubiera podido comprenderlo, si hubiera podido vislumbrarlo, habría pensado que éste debía ser el paraíso de los dioses benevolentes prometido en sus profecías. Y desde luego habría firmado cualquier cosa con tal de estar aquí, no allí. Aunque no podía. No sabía firmar."
¡No inventes!
Ahora me he desligado de cualquier anuncio porque para empezar no tengo tele y si por casualidad veo alguno en vallas o en escaparates o por internet se me pone mala cara, me dan vergüenza ajena por muy graciosos, bellísimos o emocionantes que sean, se que me quieren vender algo que casi seguro no necesito para nada.
Mi actitud es inversa, si tengo una necesidad busco el producto que mejor se adapte y creedme, las necesidades son en realidad muy reducidas.
Esos factores se siguen dando actualmente. No en nuestros paises desarrollados, en otras zonas del mundo.
Esos problemas no existen en nuestros paises, en otros paises existen. Y respecto a soportar a hijos de putas, mi opinion es que no nos hemos librado en ningun pais del mundo de ellos. Por desgracia siempre hay hijos de putas que nos hacen daño. Podria ser un tema interesante para debatir en Meneame.
Como ya he dicho, en nuestro mundo actual problemas como la explotacion de los niños se sigue produciendo en otros paises. Y en nuestros paises desarrollados los niños no sufren explotacion, pero tienen otros problemas que pueden llegar a provocarles trastornos psicologicos.
No niego que nuestra epoca ha traido mayor bienestar en alguos aspectos a las poblaciones de los paises ricos. Las condiciones de vida en los paises pobres puede ser que sean iguales o peores que en otras epocas.
Conozco niños que les encanta el campo, las gallinas, las cabras... No sé si seran una excepcion, quiza sí. Como sobre estos asuntos no suelen hacerse estadisticas no vamos a poder saber cuánto les gusta a los niños el campo.