La monogamia se torna entonces «una faena», escribe la autora. «El deseo se regula de manera contractual (…). Imponemos la fidelidad del mismo modo en que se usufructa el trabajo de los empleados y hacemos del matrimonio una metalurgia sujeta a una rígida disciplina obrera, cuyo fin es mantener a los maridos, esposas y compañeros domésticos del mundo estrangulados y ceñidos al status quo de la maquinaria».
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Sin duda sabes
que eres la primera,
que no miento si juro que daría
por ti la vida entera,
por ti, la vida entera.
Y sin embargo un rato cada día,
ya ves, te engañaría con cualquiera,
te engañaría con cualquiera.
Yo solo digo una cosa: si tener esposa fuese algo bueno Dios tendría una... ¿no?Rectifico publicamente porque he recordado que esta mañana he llamado a un amigo para felicitarle por haberse "zafado" de esa enfermedad que nadie quiere nombrar y me dijo que lo único bueno que ha sacado del asunto era que después de las sesiones de radioterapia su mujer, al llegar a casa le proporcionaba metodicamente otras sesiones de "coñoterapia" porque había leído que eran muy buenas para liberar endorfinas.