Dignidad procede del latín “dignitas” y significa la cualidad de digno. Este adjetivo hace referencia a todo lo que tiene que ver con los valores de la persona, con su autonomía y su libertad como ser humano. En consecuencia, morir con dignidad significa habilitar ese tránsito respetando los principios y valores inherentes a cada persona. Para hablar de esa necesidad que tenemos todos a morir con dignidad no basta con saber esto. Conviene aclarar conceptos y reflexionar acerca de ellos.
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etiquetas: morir , muerte , dignidad , necesidad , eutanasia , distanasia , hospital
No hay más que ir a un hospital de cuidados paliativos para ver lo absurdo que es mantener con vida a una persona con 80 o 90 años de forma artificial, o no dar una salida rápida a alguien desahuciado que pasará sus últimos meses de vida con un enorme sufrimiento, para el y su familia.
Por no hablar del coste económico de todo esto, que es lo menos importante sin duda, pero supone un consumo mastodóntico.
Acabar con la vida de alguien que se sabe que va a morir pronto y que sólo le queda sufrimiento me parece un acto de compasión que deberíamos empezar a hacer.
Si te dieran la oportunidad de terminar con su sufrimiento estoy seguro que muy poca gente sería capaz.
Entubado, almuerzo con morfina
que alarga el dolor de lo que quedo,
inmóvil, abatido, está mi cuerpo
postrado sobre un lecho, sin salida.
¿Qué será de mi mañana, si no puedo
gritarte la tortura de ésta herida?,
que me acerca silencioso a un infierno
y se ensaña lentamente con mi vida.
Despedirme de los mios siendo cuerdo,
libre del dolor que me ha vencido
y se burla de quien fui tan cruelmente.
Sin retorno a la esperanza, convencido
suplico a los hombres el derecho
de partir como un hombre, dignamente.
Por Ant. Ángel Judas S.
Mucha gente no se da cuenta de lo que supone alargar el sufrimiento del enfermo y familia hasta que les toca
- Como dice la autora del artículo, la eutanasia no excluye, ni debe excluir nunca unos buenos Cuidados Paliativos. La eutanasia debe contemplarse como un derecho más en unos supuestos muy concretos, perfectamente regulados y proporcionados.
- En primer lugar, es el propio enfermo quien debería decidir, en los casos en que sea posible, cuándo dejar de recibir medidas de tratamiento activo. No es la familia, aunque duela quien decide si "el abuelo/abuela tiene que ir al hospital a tratarse esa última neumonía o ya no merece la pena que viva más" si ellos están en condiciones de decidir y muestran un deseo concreto. El abuelo/abuela puede estar hecho polvo y querer o no querer morir. Y estamos hablando de la vida de esa persona. Creo que el respeto a la decisión de esa persona, sea la que sea, es fundamental. Y esa persona debería tener el derecho a que se pueda satisfacer su deseo.
La muerte digna es también respetar los deseos de esa persona, sean los que sean, por mucho que nos duela (y los deseos pueden ser variados). La muerte digna no es ayudar a terminar con una vida, es estar ahí cuando sucede y satisfacer las últimas necesidades y deseos de esa persona cuando se ha perdido toda esperanza.