Un estudio revela que este gesto puede reducir la ansiedad por separación de nuestros amigos peludos. Si fuera por nuestros perros, nunca saldríamos de casa sin ellos. Y nos toca hacer de tripas: esto es, enfrentarnos a esa mirada perruna suplicante, y tan irresistible, y prometer a nuestro compañero peludo que volveremos pronto a casa.
|
etiquetas: mascotas , perros , hogar , bienestar animal
Ya lo decían Los Mojinos
Y eres tu el que va a despedirse de él
Aunque no todos los días es así. Cuando hace frío o no le apetece levantarse, se limita a mirarme al pasar y maullar con desgana.
Al regresar a casa suele venir a saludarme también. Luego ya vuele al modo "alfombra"
—José Luis, deja de acariciar al perro, que ha mordido a mi madre.