Cultura y divulgación
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Ocio y negocio

Para los griegos y romanos el ocio era la condición misma de la ciudadanía. El ocio, como opuesto al trabajo esclavo, era la posibilidad de inscribir la propia libertad en dos espacios indisociablemente ligados: uno la ciudad (la polis o república), donde se discutían entre iguales los problemas comunes. El otro era la academia. El término que los griegos utilizaban para lo que los romanos llamaron luego “ocio” es skholé, de donde procede nuestra palabra “escuela”. Los “ociosos” eran, pues, los escolares, filósofos, o amantes del saber.

| etiquetas: ocio , negocio , capitalismo , ciudadanía
  1. "En un mundo en el que el capitalismo, organizando y explotando el trabajo, centró todas las resistencias en torno al salario, como cifra de dignidad, y al horario, como condición de reposo y de biografía, conviene recordar que en latín el estado normal, original, ciudadano, era el “ocio”, el otium, término a partir del cual, como vocablo marcado o negativo, se formó la palabra “negocio”, el nec-otium, el trabajo entendido como servidumbre, también en el sentido de que era lo propio de los “siervos” o los esclavos. Mientras que hoy, bajo las presiones del capitalismo, interpretamos el “ocio” como un tiempo robado al trabajo, en la antigüedad clásica, al contrario, el trabajo era el tiempo robado al ocio, el tiempo engrilletado de los que -esclavos y mujeres- no se podían permitir la libertad. Que ese mundo clásico fuera severamente clasista y patriarcal no debe impedirnos explorar a nuestro favor la esperanzadora escala de valores, inversión de la nuestra, que lo caracterizaba. "
  2. #1 Y los días en que no se podían hacer nec otium, eran los días nec fastus {0x1f609}
  3. #2 Y en los días en que llegó el capitalismo, dice el artículo, adiós a la libertad ciudadana del pensamiento ocioso:

    "A la luz de esta inesperada etimología, podemos pensar entonces en los negociantes o negociosos -en esos “hombres de negocios” en los que nos gustaría que se convirtiesen nuestros hijos y con los que nos gustaría que se casaran nuestras hijas- como lo que realmente son: personas que, al renunciar al ocio, han renunciado a las dos ejes de la condición humana emancipada: la política y el saber. Los “hombres de negocios”, como los esclavos antiguos, son los hombres que no participan de la vida política y que no van a la escuela; los “privados” o “idiotas”, según otra etimología griega; y ellos son, como responsables apolíticos y sin saber de la economía, los que deciden desde fuera los destinos de la ciudad y el contenido de nuestras vidas individuales; es decir, de nuestro “ocio”."

    Y no tiene ni un meneo el artículo. Pensaré en ello cuando a llegue a portada la próxima recopilación de gatos vestidos de Star Wars.
  4. Buen nivel. Yo citando a Hobbes, cuando define la vida del hombre como una carrera de obstáculos yendo de un deseo hacia otro y cuya meta final es la muerte, diría que ello no es consustancial al capitalismo si no a la propia naturaleza humana. Lo que tengo claro es que lo que parece más razonable es hacer como los epicúreos, organizarse por afinidad. Las utopías, sobre todo las comunistas, han sido un desastre.
  5. #4 Yo diría que precisamente lo malo del comunismo (aplicado principalmente en sociedades campesinas a las que se obligó a proletarizarse, ahí es nada) es que ha sido lo contrario de una utopía: más bien una realidad totalitaria en donde se dejaron atrás todos los pilares del pensamiento racional ilustrado (Derecho e igualdad icluidos). Con eso Marx no contaba.
  6. #5 No exoneres a Marx. ¿ Sabes lo que decía K.Korsch? ( quizás el más importante filósofo marxista)Hay que "matar a Marx" si se quiere salvar el marxismo.
  7. #6 Madre mía, qué manera de "matar al padre".
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