Con las gafas protectoras colocadas, el lorito Obi está listo para volar entre láseres. El ingeniero mecánico de Stanford David Lentink y Eric Gutiérrez han entrenado a este miembro de la segunda especie más pequeña de loros con el fin de medir con precisión los vórtices que crea durante su vuelo. Los 3 modelos sobre cuánta sustentación crea un pájaro basado en su estela resultaron muy inexactos. A diferencia de los aviones, la ruptura de sus vórtices ocurre muy cerca. La información se podrá usar en drones. Rel.:
menea.me/1ih1d
www.youtube.com/watch?v=6pWub12DUoU
#3 This work is funded by the KACST Center of Excellence for Aeronautics and Astronautics at Stanford, the Office of Naval Research (ONR) Multidisciplinary University Research Initiative (MURI), a National Defense Science and Engineering Graduate Fellowship and a Stanford Graduate Fellowship.
Lo primero, con 50kg no vas a tener la misma musculatura en el cuello que con 80kg (en términos generales, salvo que seas Fernando Alonso enano).
Y eso se nota mucho.
Lo segundo, unas gafas VR, te copypasteo:
PlayStation VR 610 gramos.
Oculus Rift 470 gramos.
HTC Vive 555 gramos.
De 500x5=2500 gramos. Sí, 5 veces más.
Busca mejores comparativas, macho.
Eso sí, en ciencia siempre tienes esos problemas, y siempre se busca la forma de afinarlos más.
PS
¡Son periquitos!