Hace un par de días entré en una librería de barrio a comprar un libro. Al verlo en el escaparate me lancé a comprarlo. La chica que atendía en la tienda resultó ser una antigua alumna mía, por lo que me entretuve conversando un ratito con ella. Eran las 19:45 de la tarde. La chica me confesó que era el segundo libro que vendía en toda la tarde. Da vértigo mirar las ventas. Desgraciadamente cuando hace ya varios meses aventuré que el sector seguiría cayendo no me equivocaba. ¿Hasta dónde puede caer esto? Con las cifras de 2013 el sector
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De este modo se conseguía que las librerías tuviesen relación con las editoriales (en ocasiones los pusimos directamente en contacto) de modo que pudiesen traer otras obras de interés para sus clientes o para ofrecernos a nosotros obras que no hubiésemos detectado; además se fomentaba el mercado local y que fuese habitual ver en esas librerías obras sobre arquitectura.
Analizamos el sobrecoste que podía suponer este modo de hacer las adquisiciones, y no llegaba al 4%; de modo que compensaba.
Ahora ya no soy bibliotecario, pero sigo comprando obras para mi; y aunque tengo un lector de ebooks hay bastantes cosas que sigo comprando en papel (libros de fotografía, arquitectura, etc.) habitualmente en librerías donde poderlos ojear (muchas veces librerías de libro usado), la diferencia de precio no es demasiada y la posibilidad de encontrar un "tesoro" la compensa sobradamente, aún le veo ventajas a la tienda física.
Creo que para ese tipo de obras sigue habiendo sitio, y los libros son un vicio relativamente barato en dinero (y caro en espacio). Para lo que no veo demasiado futuro es para vender novela de usar y tirar un 500% más caro que el libro digital que le puedes comprar directamente al autor en Amazon.
Cuando vas a comprar ropa primero te la pruebas, incluso puedes llevártela a casa y devolverla si no te gusta, ¿por qué no se puede hacer lo mismo con la cultura?
Lo suyo sería que al final del libro pusieran un enlace para pagar, yo hay libros por los que pagaría mucho más que lo que cuestan, pero hay muchos otros por los que no pagaría un duro... lo que no voy a hacer es pagar sin saber qué es lo que estoy comprando.
Yo más o menos leo unos 6 libros al mes, de los cuales entre 3 y 5 dejo a la mitad, y uno o dos me gustan y los pago. Si consiguieran acabar con la piratería no leería ni la décima parte.
Los precios de los libros digitales a veces están inflados, pero para muchas obras el papel no aporta nada que compense el sobreprecio.