Con un golpe seco como un disparo láser. Así empieza Rogue One: sin fanfarrias, ni introducciones ni rodillos de texto heredados de un serial de Flash Gordon. El pulp se ha ido a otra parte. Ni está, ni se le espera. Y esa, vamos a decirlo ya, es la gran conquista de este primer spin-off cinematográfico de la saga.
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Eso sí, la batalla final es de lo mejorcito que se ha visto en una película de Star Wars en años. Me pareció una buena película, pero a mi me gusta valorar una película por el conjunto, y si se mira en perspectiva no es tan maravillosa y me parece que han desaprovechado mucho tanto a Jyn Erso o al capitán Cassian Andor como a sus respectivos intérpretes.
Incluso me emocioné...
Me encanta que los rebeldes no sean unos santurrones, que haya un "medio-jedi", que mueran muchos, que Dath Vaer dé miedo,... ^^
Eso sí, los cascos de marine de la 2ª GM y el último personaje en 3D cantan...
Darth Vader sigue dando miedo. Eso sí que es un malo maloso, y no la mierda teen de Kylo.
Incluso cuando salía alguien mirando un monitor y se veían gráficos super retro, para no desentonar con el capítulo IV.
Pues yo también tenía dudas, y se han confirmado:
- Uno de los guionistas haciendo comentarios en twitter de que el imperio es una organización supremacista blanca.
- Ni un solo hombre de origen étnico europeo entre todos los protagonistas. Muy representativo y en perfecta armonia con las declaraciones del guionista.
El nivel de mamarrachada al que están llegando es estratosférico.
Aun así habrá que verla e intentar ignorar los más que evidentes intentos por parte de Disney de politizar la saga.
Spoilers:
Lo que más me gusto es ver que los buenos no eran tan "buenos". Le sienta bien a la saga que mostraran ese lado sucio de la guerra, esa lucha en las sombras donde los ideales no pesan tanto a la hora de conseguir cumplir con el objetivo, donde se chantajea, mata y traiciona. Donde hay poca diferencia entre un soldado de asalto y uno de la rebelión. Donde una misión imposible es una misión imposible y se va a pagar el precio de llevarla a cabo.
También mola ver cómo a pesar de tener un enemigo común la no hay forma de que las facciones que conforman la Alianza se pusiera de acuerdo. Eso de que la cosa salga "bien" porque uno de los jefazos se salte toda la cadena de mando y decida atacar unilateralmente no me lo esperaba.
Por supuesto tiene sus fallos, los personajes no terminan de desarrollarse y el primer acto se hace algo lento. Pero sus virtudes pesan más, al menos ahora los ingenieros imperiales no quedan como unos inútiles.
Y se agradece que no hayan intentado meter romance a martillazos.