Fuoco no es solo el nombre de una obra para guitarra de Roland Dyens. Es un canto a la vida, un despertar, un viaje trepidante que deja los sentidos exhaustos. Es una sacudida, un viaje vertiginoso, una montaña rusa. Es un ejemplo de cómo convertir una guitarra clásica en una jodida fuente de energía.
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etiquetas: roland dyens , guitarra
www.youtube.com/watch?v=o6rBK0BqL2w
www.youtube.com/watch?v=fwjX-m4LkYk
Y encima es Tarrega
Si puedo recomendar el Libra Sonatine, II Largo. Esa pieza, de la misma obra, como pude leer en el artículo, si me llega.
¿Debe ser la energía de la vida caótica?
ya te digo, de clásico es lo de los estilos que menos conozco. cosas "modales", si es que tiene algo que ver, he escuchado más jazz. Miles Davis, Coltrane, etc. pero en clásico no voy mucho más allá de Bach, Mozart, Schubert, etc.
Dentro de lo clásico, exploradores de la modalidad tras las incursiones románticas (que no dejaban de aportar sobre todo colorido a armonizaciones meramente romanticistas) desde un punto de vista más estructural el compositor prominente podría ser Béla Bartók (también puedes encontrar cosas parecidas en algunas piezas de Serguéi Prokófiev, por poner otro ejemplo, pero más difuso).
En el siglo XX hay bastantes más movimientos y formas distintas de adentrarse en nuevos paradigmas musicales. Es interesante buscarse algún tipo de libro que guíe a la escucha si eres ajeno al estudio formal de este tipo de artes, ya que hay piezas cuyo interés es textural (Ligeti), otras está relacionado con el concepto de objeto sonoro (Sánchez-Verdú), otros al estudio y exploración del timbre (Berio).
Con respecto a la forma de la obra ya no te quiero ni contar: se ha perdido la escucha en la forma musical. Normalmente la gente está acostumbrada a escuchar estructuras de fórmula copla+estribillo, así es el 95% del pop y el rock. En el jazz es frecuente la forma Tema A - Tema B - Improvisaciones sobre los temas - regreso al Tema A en tutti - [Coda final] (Aunque lo que se conoce como estándar es el canon formal A - A' - B - A que luego nadie toca literalmente). Pero a casi nadie ajeno a la materia se le ocurre intentar identificar en la escucha la forma de una fuga en Bach o la de una Sonata en Mozart: escuchan una serie de acontecimientos sonoros, se quedan con la melodía y ya juzgan la pieza de una manera subjetiva.
No creo que el usuario al que citas pueda adentrarse todavía en la música de Sánchez Verdú o Berio. Demasiada ruptura.
"No creo que el usuario al que citas pueda adentrarse todavía en la música de Sánchez Verdú o Berio. Demasiada ruptura." <-- Estoy de acuerdo contigo. En cualquier caso, Sánchez-Verdú es bastante más asequible a nivel auditivo que Berio. Su, digamos, "reduccionismo armónico" hace que existan menos parámetros que "distraigan" en la escucha activa del objeto sonoro y de las modulaciones tímbricas.