Las personas se parecen más genéticamente a sus parejas que a otras personas elegidas al azar, según un estudio de la Universidad de Colorado. El estudio demuestra que la gente tiende a elegir compañeros con un ADN similar, aunque esa tendencia es menos potente que otras, como la de elegir personas con un nivel de estudios similar. Los científicos ya sabían que las personas tienden a casarse con otras personas que tienen características similares, incluyendo la religión, la edad, la raza, los ingresos, el tipo de cuerpo y la educación.